Para el comienzo del viaje

sábado, 16 de julio de 2011

Dia 7 (15 de julio)

Para motivar la lectura del blog (y para los fieles seguidores), hoy incluire varias fotos de nuestro periplo.

Llevamos una semana ya en la India y bueno, no es que nos haya encantado el pais. Hay algunos lugares que merecen la pena, pero en general el pais deja mucho que desear, tanto las personas como los sitios.

Despues de esta pequena reflexion, sigo donde lo dejamos en el dia anterior (noche en el tren). El viaje del tren es mucho mas agradable de lo esperado y dormimos bastante. Bueno, hasta que el hombre de la litera de arriba decide abrir la persiana y sentarse practicamente encima de Borja. Ya nada nos sorprende en este pais. Ahora, bajamos en Kajurajho porque el de arriba nos avisa, que sino nos vamos hasta Pekin.

El sleeper train esta bastante bien. A pesar de ir en la peor clase (en la tercera), cada compartimento tiene seis camas y se puede dormir perfectamente. Eso si, lo de los bocinazos debe ser costumbre, porque no es normal que un tren pite durante una hora entera. Seguramente seria para que las avcas se apartasen o algo asi.

Llegamos a Kajuraho, un pequeno pueblo entre Agra y Varanasi, aunque en otro estado diferente, no Uttar Pradesh. Nada mas llegar cogemos un rickshaw con el amigo brasileno y nos vamos al hotel que nos habia contratado nuestro gran amigo de la agencia de viajes. De camino al hotel nos intentan vender guias, excursiones, etc. Lo tipico, pero a las 7 de la manana uno no esta preparado para pensar y menos en esas cosas. Asi que "yes, yes" y al hotel.

A priori tiene buena pinta, con un patio interior decente y una habitacion mas que aceptable. Nada mas llegar nos damos una ducha (24 horas sin ducharse son muchas horas, tambien en la India) y decidimos desayunar en el hotel.

Despues del estres de Delhi, Jaipur y Agra, Kajuraho nos ofrece una senacion de libertad que aun no habiamos visto en este pais. Al ser un pueblo de 7500 habitantes, es un lugar tranquilo y con gente mas agradable. Aprovechando esa sensacion de libertad (y que somos del norte), decidimos ir a unas cataratas que estan aqui al lado: 20 kilometros. Cogemos unas bicis por dos dias (un euro cada) con Andersson (el brasileno).


Nos dirigimos a las cataratas sobre las 10 de la manana, a unos 40 grados. Al principio el viaje es placentero, incluso nos permitimos el lujo de cantar la melodia de Verano Azul. Esto dura unos 10 minutos y para el kilometro 5 ya estamos sudando como nunca, con la camiseta empapada completamente. Y aun nos quedan 15 kilometros.

Al llegar nos damos cuenta de que se nos habia olvidado lo que era India: 150 rupias cada uno. Intentamos regatear pero el tio no cede. Esperamos por si se aburre o se arrepiente y en una de estas llega un rickshaw con un aleman cuanto menos peculiar. Al hombre se le ve bastante harto del pais, de tanto pagar y de tanto timo. El hombre (Weiner a partir de ahora) suelta la mejor descripcion de India que hemos oido hasta ahora: "Incredible India!". Patentamos la frase, que refleja a la perfeccion el pais. Ahora mismo mientras escribo descubro este poster en el ciber:



Decidimos pagar y entramos a la zona de las cataratas (otros 3 kilometros). Con los huesos del culo a punto de romperse, nos sentamos a verlas y sacamos algunas fotos. Es un lugar bonito, pero nada mas.



Sobre la 13 horas, con mas de 40 grados, con mas de 90% de humedad, con el monzon pisandonos los talones y sin probar bocado desde las 7 de la manana, partimos de vuelta al hotel.

La vuelta me la ahorro mejor, que fue un autentico infierno.

Llegamos al hotel, nos damos una ducha y llegamos justo justo al restaurante. Pedimos una coca cola para no marearnos y le decimos al camarero que nos llene la mesa de comida cuanto antes. Dicho y hecho (pero a la hora): tortillas, arroces con verduras, patatas fritas y sandwiches de tomate.

Al rato llegan las catalanas y decidimos tomarnos la tarde libre despues de la locura de la manana. Sobre las 7pm nos juntamos bastante gente en el patio interior a tomar unas cervezas: dos catalanas, una de Guadalajara, otra de Corea del Sur, un brasileno, nosotros y un frances.

Tengo que hacer hincapie en este hombre. Es un frances (Guillermo, en castellano) que viaja por todo el mundo, y aqui viene lo mas impactante, EN SILLA DE RUEDAS. El tio es un crack. Nos cuenta como hace un tiempo conocio a un chico que viajaba por el mundo, al igual que el, pero grabandolo en video y ambos propusieron a varias cadenas francesas hacer un programa de como viajar por el mundo como mochilero y en silla de ruedas. Tuvieron no una oferta, sino tres de diferentes cadenas francesas. Ahora mismo se encuentra por la India y Nepal preparando su primer reportaje, que sera por Mexico.

Ademas de Guillaume, conocemos a mucha gente interesante e intercambiamos muchas anecdotas y experiencias, pero la sensacion de desencanto es general.

Sacamos comida, cervezas, postres, etc. y al final nos encontramos con que mucha de las personas se han ido sin pagar y con una factura de 1500 rupias! Pagamos, nos tomamos la ultima con un hombre muy simpatico del hotel (uno de los poco de verdad) y nos retiramos a la cama.

Cada vez nos quedan menos dias para ir a Nepal. El viaje esta siendo increible, pero no por el pais en si, sino por la gente que estamos conociendo, las risas que nos echamos con los de aqui y la agradable sorpresa que ha sido el descubrimiento de la comida hindi.

Me despido con la frase de nuestro amigo Weiner: "Incredible India!". Manana sera otro dia.

2 comentarios:

  1. Decirle a Andersson que os prepare unas caipirinhas!

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  2. Borja, sigo pensando que estas al borde de la muerte...jajaj.
    Zuru

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